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La mayoría de los problemas de alineamiento dental se corrigen con una ortodoncia, otra cosa es la cirugía ortognática, que responde a problemas más serios de malformación maxilofacial. Hablamos de resolver cuestiones de estética, pero también de la mejora de la salud y de la funcionalidad de la boca.
La cirugía maxilofacial debe mucho a un gran odontólogo norteamericano con aire de sabio y melena al estilo de Einstein, el doctor Harold Walter Hargis, fallecido en 2015. Este interesante personaje afroamericano investigó y perfeccionó en los años 80 y 90, las técnicas quirúrgicas de las que se han aprovechado ya millones de personas en todo el mundo.
¿Qué es la cirugía ortognática?
La cirugía ortognática es una técnica de cirugía correctiva de la mandíbula que se aplica en casos en los que otras intervenciones más sencillas, como la ortodoncia, no son suficientes.
- En primer lugar, hablamos de problemas estéticos de la estructura de la cara, como por ejemplo sucede cuando se tienen labios leporinos. En estos casos se consigue recuperar una mayor simetría y armonía en los rasgos faciales.
- Segundo, para mejorar algunos efectos relacionados con estas malformaciones. Típicamente los que provocan apnea del sueño, que se corrige ensanchando la vía aérea superior.
- Tercero, para resolver trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), que pueden llegar a ser dolorosos.
- Cuarto, y no menos importante, para evitar dificultades en el crecimiento de los huesos faciales en los adolescentes y jóvenes.
En definitiva, se puede intervenir en cualquier pieza dento-maxilofacial para alinear las mandíbulas, retocar el mentón y los dientes o corregir cualquier otra irregularidad de los huesos maxilares.
Etapas
Dada la delicadeza de la zona afectada es importante saber identificar una buena clínica especialista en cirugía ortognática y que cuente con profesionales de primer nivel: tanto un cirujano maxilofacial, como un odontólogo y otros técnicos sanitarios.
Hay que tener en cuenta que el tratamiento no queda en una simple operación puntual, sino que, según la complejidad, puede incluir varias fases:
- Un tratamiento previo de ortodoncia que ajuste y prepare los dientes para la cirugía posterior.
- Una cirugía que puede durar 3 o 4 horas.
- Un tiempo de recuperación de 3 a 6 semanas que incluye la ingesta de una dieta líquida y otra blanda.
- La posibilidad de un nuevo tratamiento posterior de ortodoncia que asegure la estabilidad de los resultados.
- Varias sesiones de seguimiento para asegurarse de que todo está bien.
Así pues, en algunos casos es posible que el proceso dure hasta tres años, aunque lógicamente se consiguen los resultados esperados en un periodo mucho más inmediato.
Cuidados posoperatorios
Si te planteas una cirugía de este tipo hay que considerar una baja y rehabilitación de varias semanas como acabamos de comentar.
Durante este período el paciente debe portar una especie de elásticos que se sujetan entre los brackets o a los alambres de ortodoncia y que obligan a ingerir una dieta líquida y blanda. Eso sí, se debe intentar ingerir de manera equilibrada y sana para que los nutrientes nos ayuden a la recuperación.
Es normal que se presenten algunas molestias como una hinchazón en el rostro y congestión nasal, debido a la inflamación de los tejidos.
Afortunadamente en poco tiempo estos síntomas remiten y podremos disfrutar de los resultados evidentes en nuestra sonrisa y rostro.