¿Qué son los pensamientos intrusivos y por qué son tan comunes?

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Pensamientos intrusivos - Unsplash Alexandra Gorn

Alguna vez, mientras paseabas tranquilamente junto a un cauce de un río, te ha surgido un pensamiento absurdo como, ¿y si me desvío del camino y caigo por el terraplén? ¿O estando con un compañero en la oficina has pensado repentinamente en darle un golpe mientras charlabais?. Ambas situaciones son ejemplos de pensamientos intrusivos.

Nos referimos a un tipo de ideas no deseadas, involuntarias y en ocasiones persistentes que aparecen en la mente de una persona. Y esto sucede a pesar de los intentos conscientes de evitarlas o deshacerse de ellas, ya que suelen ser inapropiadas, perturbadoras y causar un malestar significativo.

 

Tipos de pensamientos intrusivos

Antes de explicar cómo lidiar con los pensamientos intrusivos, vamos a explicar cómo se pueden identificar.

Los pensamientos intrusivos pueden variar ampliamente y ser diferentes para cada persona. Sin ser exhaustivos, aquí mostramos algunos ejemplos para ilustrar el concepto.

Violencia o Agresión

Hablamos de pensamientos de hacer daño a alguien conocido a pesar de no querer hacerlo. O de ejercer violencia contra desconocidos que nos cruzamos por la calle. También se manifiestan en la irrupción repentina de imágenes violentas en la mente.

Contenido sexual no deseado

En este caso serían imágenes o pensamientos sexuales no deseados con personas inapropiadas, como familiares cercanos o en situaciones inadecuadas. También pueden aparecer como preocupaciones persistentes sobre la orientación sexual a pesar de la orientación real de la persona.

Preocupaciones sobre la salud

Consisten en miedos absurdos y persistentes a contraer enfermedades a través de actividades cotidianas sin que exista un motivo real.

Perfeccionismo

Un ejemplo son las ideas recurrentes sobre errores pasados o preocupaciones sobre cometer errores en el futuro. Pueden ser perturbadoras y están relacionadas con una necesidad constante de alcanzar la perfección en la realización de las tareas cotidianas.

Muerte, autolesión o suicidio

Resultan especialmente desagradables, son pensamientos habituales sobre la posibilidad de morir y hacerse daño a sí mismo o a otros, a pesar de no existir razones objetivas para ello. Incluyen imágenes intrusivas de situaciones peligrosas o de autolesión.

 

¿Por qué se producen?

Como hemos comentado, los pensamientos intrusivos son muy comunes y en realidad están relacionados con la supervivencia de la especie humana. Durante los miles de años en que nuestros antepasados vivían en entornos salvajes, estos pensamientos ayudaban a prever situaciones de riesgo y anticipar amenazas. Por eso, cuando son excepcionales, no tienen mayor importancia.

Sin embargo, hay otros tipos de causas que pueden acentuar su persistencia. Las agrupamos en factores biológicos, psicológicos y sociales. Veamos algunas posibles explicaciones.

  1. Factores Neurobiológicos. La actividad cerebral y los desequilibrios químicos en el cerebro pueden contribuir a la aparición de pensamientos intrusivos. Por ejemplo, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) está relacionado con alteraciones en la función serotoninérgica. Recordemos que la serotonina ejerce una fuerte influencia en el sueño y los estados de ánimo.
  2. Experiencias traumáticas. Las personas que han experimentado traumas pueden experimentar pensamientos intrusivos como parte de los efectos persistentes de estas experiencias. Estos pensamientos pueden ser recuerdos no deseados o flashbacks que causan una gran agitación interna.
  3. Estrés y ansiedad. Altos niveles de estrés y ansiedad durante largos periodos de tiempo pueden aumentar la frecuencia e intensidad de los pensamientos intrusivos. El estrés crónico puede afectar la capacidad del cerebro para regular los pensamientos no deseados.
  4. Factores ambientales. Está relacionado con el punto anterior. El entorno en el que una persona se encuentra puede influir en la aparición de pensamientos intrusivos. El estrés laboral, los problemas familiares o las dificultades económicas pueden contribuir a su aparición.
  5. Características de la personalidad. Algunas personas pueden ser más propensas a experimentar este tipo de ideas debido a ciertas características de personalidad, como el perfeccionismo extremo o la tendencia a la rumiación.

Cuando este tipo de pensamientos son persistentes, causan angustia significativa o afectan la calidad de vida, es recomendable buscar ayuda de un profesional de la salud mental.

 

Prevención y tratamientos

Afortunadamente existen hábitos que ayudan a prevenir los pensamientos intrusivos. Y también tratamientos médicos y psicológicos que ayudan a paliar sus efectos en la vida cotidiana.

Un buen acompañamiento ayuda a comprender y abordar las causas subyacentes. Y, sobre todo, a anticipar si estos pensamientos comunes se relacionan con problemas de salud mental, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de ansiedad generalizada y la depresión. Sólo así se pueden atajar las causas del trastorno de ansiedad, por ejemplo.

Las técnicas y hábitos para evitarlos son en parte las mismas que ayudan a mejorar la salud mental de las personas. Algunas de ellas son las siguientes.

  • Técnicas de relajación como adoptar una postura cómoda en un sillón y respirar lenta y profundamente varias veces.
  • Meditación y mindfulness. Son prácticas que a largo plazo contribuyen a ganar paz interior y sosiego. En otros posts te hemos hablado de ellas.
  • Ejercicio físico. Cuando se realiza de forma regular contribuye a una mayor sensación de bienestar y optimismo.
  • Reemplazo de pensamiento. Consiste en que, en lugar de intentar evitarlos a toda costa, interiorizar una respuesta tranquila reemplazándolos por otros pensamientos agradables, como lugares o situaciones que nos gustan y nos evocan seguridad.

Los profesionales conocen otras técnicas alternativas y están capacitados para proponer un tratamiento adaptado a cada situación particular. Por eso terminamos este post, insistiendo en la importancia de pedir ayuda profesional cuando la necesitemos.

Luis del Real

Hola, soy Luis del Real, y he creado Saludteca junto a un grupo de expertos del mundo de la Salud y la Alimentación. Durante 30 años he trabajado en la industria agroalimentaria y soy un experto en tendencias de consumidor

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