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En otros artículos hemos hablado de los beneficios de la meditación. Traemos ahora el tema de las ondas alfa, un tipo de onda cerebral que se producen cuando una persona está en un estado de relajación. Y lo hacemos porque se ha demostrado en laboratorio que la actividad eléctrica del cerebro se ve alterada, de una manera sorprendente, cuando se hace meditación.
Veremos en qué sentido se produce y cómo influye en tener una sensación de paz y bienestar.
¿Qué son las ondas del cerebro?
A principios del siglo XX, algunos psicólogos, como el alemán Hans Berger, registraron por primera vez la actividad eléctrica del cerebro. En aquel momento se desconocía a qué correspondía ese flujo de energía.
Más adelante se sofisticó la tecnología que permitía medir las diferencias de intensidad de la actividad eléctrica. En concreto con el uso de un electroencefalograma, conocido por sus siglas EEG, se pudo medir con bastante precisión la agitación mental.
Así, se sabe que las neuronas transmiten información de unas a otras mediante pequeñísimas descargas eléctricas. Cuando se acumulan miles de interacciones, se producen impulsos eléctricos sincronizados, que son las ondas cerebrales. La medición con un EEG determina la velocidad con la que se emiten dichas ondas cerebrales, o lo que es lo mismo su frecuencia, medida por una unidad de ciclos por segundo, llamada Hertz.
Pero lo que es más interesante, se ha comprobado que el tipo de ondas cerebrales refleja el tipo de actividad mental, el estado emocional y la conducta en cada momento.
Los psicólogos han utilizado nombres griegos para clasificar los distintos tipos de ondas cerebrales que han sido capaces de medir. Las alfa, beta, gamma, delta, etc.
Ondas alfa y meditación
La meditación es una actividad que se ha relacionado con un aumento en la actividad de las ondas alfa cerebrales. Estas se producen cuando una persona está en un estado de alta relajación, sin llegar a estar dormidos. Se miden en el rango de frecuencia de 8-12 Hz, que se considera bajo.
La meditación es pues una forma de aumentar la actividad de las ondas alfa en el cerebro. Ayuda a reducir el estrés, el ruido mental y la distracción, que se asocian con otros tipos de ondas cerebrales muy diferentes, la beta alta, con un rango de frecuencia entre 18-30 Hz y la gamma, por encima de los 30 Hz.
Además, la meditación también se ha relacionado con una mayor conectividad cerebral. Lo que puede mejorar la capacidad del cerebro para procesar información y tomar decisiones.
En general, se cree que la meditación puede tener un efecto positivo en la salud mental y física. Por un lado, por una reducción en la presión arterial y un mejor sueño. Por otro, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad, y mejorando la atención y la concentración. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los efectos de la meditación pueden variar de persona a persona y puede requerir de tiempo y práctica para notar mejoras significativas.
Ondas alfa y ejercicio físico
Es interesante constatar que el ejercicio físico se ha relacionado con un aumento en la actividad de las ondas alfa cerebrales, al igual que la meditación. El ejercicio físico ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, y del mismo modo puede mejorar la atención y la concentración.
Ondas Delta y Theta
Existen dos tipos de ondas que son incluso más lentas que las alfa. Se trata de las ondas delta y theta, con una frecuencia Hertz respectiva de entre 1 a 4 Hz, y entre 4 a 8 Hz. Estas se activan en diferentes fases del sueño. Y ayudan a que el organismo se regenere, mejore la memoria de largo plazo y aprendizaje, así como fortalece el sistema inmunológico.
Pero sorprendentemente, se ha podido comprobar que algunas personas con una fuerte vida meditativa son capaces de generarlas incluso estando en vigilia. Es decir, despiertos, pero en fases de meditación profunda.