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Empezamos una serie de artículos dando un repaso a los cuatro pilares más importantes que frenan la progresión del Parkinson. De modo que hablaremos de la alimentación, de la dieta para la enfermedad de Parkinson.
En otros posts hablaremos del ejercicio físico, a través de sesiones de fisioterapia. Del ejercicio mental, a través de una actitud positiva y de juegos que mantengan la mente despierta. Y por supuesto de la medicación que se prescribirá por neurología. En definitiva, los cuatro grandes medios para que el Parkinson se frene o por lo menos no progrese a una velocidad inadecuada.
La alimentación en general
Vamos a hablar de algunas pautas aplicables no solamente para los enfermos de Parkinson, sino también para personas mayores y con enfermedades neurodegenerativas.
Antes, hay que recordar que viven más las mujeres que los hombres, y que viven más los delgados que aquellos con sobrepeso u obesos. Y esto también en relación al Parkinson. Son hechos irrefutables, basados en datos epidemiológicos, las mujeres y los delgados viven más con más salud y más tiempo. Por tanto, la alimentación es un factor esencial para prevenir y frenar el Parkinson.
La microbiota y el Parkinson
La microbiota, son todos esos parásitos que tenemos en el intestino. Nos referimos a bacterias, virus, levaduras, etc. que cumplen una función básica frente a enfermedades intestinales. Pero también frente a todas las enfermedades relacionadas con la inmunidad y las del tipo que estamos comentando. Se sabe que cuanto más la cuidemos, más salud y más supervivencia,
Además de esto, existe evidencia científica reciente muy interesante que sugiere una relación entre la microbiota intestinal y la enfermedad de Parkinson. Varios estudios han encontrado diferencias en la composición de la microbiota intestinal entre personas con Parkinson y personas sanas. Se ha observado una reducción en la diversidad de especies bacterianas y alteraciones en la abundancia relativa de ciertos tipos de bacterias en personas con Parkinson.
Se cree que estas alteraciones en la microbiota intestinal podrían contribuir al desarrollo o la progresión de la enfermedad de Parkinson a través de varios mecanismos. Se ha sugerido que cuando se desequilibra la microbiota, ciertas bacterias intestinales pueden producir sustancias tóxicas o desencadenar respuestas inflamatorias que podrían afectar negativamente las células nerviosas en el cerebro.
Si bien la investigación en este campo es aún incipiente todo esto se traduce
Probióticos y prebióticos
Esto se traduce en la importancia de los probióticos y los prebióticos, que provienen de la alimentación. En el primer grupo, el kéfir, el yogur ácido, los quesos de cabra, etc. Posibilitan que ese microbiota, esos millones de microrganismos tengan un equilibrio saludable.
En cuanto a los prebióticos nos referimos a las verduras, verduras y otros alimentos fermentados que alimentan a la microbiota, ayudan nuevamente a su buena salud.
Estilos de alimentación, dieta y Parkinson
Hablamos desde el punto de vita de Europa y de Latinoamérica. Esa Latinoamérica de clase media, que como en Europa, está copiando unos modelos de alimentación norteamericanos de sobrealimentación. Pero también de cocina rápida poco conveniente, con mucha grasa e hidratos de carbono de absorción rápida.
Frente a este modelo, el tradicional de comer de todo. Entendiendo el uso de verduras y frutas de temporada. Y la costumbre de dejar un poco del plato que se nos ofrezca, de no acabarnos todo y parar de comer un poco antes de estar del todo saciados. En el mundo actual no podemos comer todo lo que se nos ofrece tanto en el hogar como cuando comemos fuera, porque estamos sobrealimentados.
Otro tema importante es que debemos comer cuatro o cinco veces a lo largo del día. No vale lo de tomar un café por la mañana y concentrar dos grandes comidas el mediodía y la noche, con grandes cantidades, en entrada, plato principal y postre.
Además de todo esto, la textura del cocinado debe de ser blanda que impida el atragantamiento y que facilite la deglución. Porque uno de los síntomas del Parkinson es dificultad de tragar, que evitaremos con una manera de cocinar adecuada.
¿Qué alimentos?
Y en el consumo diario hay que incluir fruta y una ensalada diaria, puede ser variada según las verduras disponibles de temporada. Y una ración diaria de frutos secos, especialmente interesantes las nueces y las almendras.
En cambio, hay que evitar carnes, sobre todo carnes rojas, precocinadas, charcutería y prefabricadas. Todo lo que significa una manufacturación previa de la carne. En todo caso optaremos por pollo y carnes blancas con moderación. Y aún mejor, sustituir la carne por pescado, especialmente el pescado azul. Rico en omega 3, nos ayudará al funcionamiento del cerebro porque son neuroprotectores.
Y por supuesto una o dos piezas de fruta. Si tienen un índice glucémico bajo mejor.
Por otro lado, conviene hidratarse a lo largo del día, hay que hidratarse sobre todo de agua o de infusiones.