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Ser sedentario se ha convertido en en problema de salud. A menos que seas una persona activa en tu día a día, sigas una actividad física o seas un apasionado del deporte, muchas veces, por el estilo de vida que seguimos en nuestra sociedad occidental, no nos damos ni cuenta de que nos movemos muy poco. Caemos en
un sedentarismo que tiene unas consecuencias nefastas para tu salud a largo plazo.
¿Sabías que la inactividad física es el cuarto riesgo de mortalidad en el mundo?
Y es que, tenemos tan asumido el sedentarismo que no nos damos ni cuenta, y, si nos
damos cuenta y buscamos cambiar la situación, muchas veces se nos complica por el ritmo
de vida que llevamos.
Tenemos que tener en cuenta que el sedentarismo incrementa el riesgo de la aparición
de patologías metabólicas, como enfermedades cardiovasculares, enfermedades
crónicas, patologías degenerativas… Por suerte, hoy en día disponemos de herramientas
como Healz, que nos permiten conocer exactamente el estado de nuestro cuerpo y salud
metabólica de forma personalizada para atacar la raíz del problema. Pero, sin duda, es
importante conocer éstas patologías y cómo nos afectan para poder enfrentarlas.
¿Cómo podemos prevenirlo?
Desarrollemos un poco más sus consecuencias…
Ser sedentario y obesidad
Las personas que pasan más de 4 horas al día sentadas aumentan el riesgo de sobrepeso
y obesidad. Las personas que no siguen una actividad física diaria, tienen peor porcentaje
de grasa corporal, sobre todo un exceso de grasa general en las mujeres y obesidad central
en los hombres.
Además, también aparece la temida grasa visceral, que es la que se concentra en la zona
del abdomen, y también entre los órganos. Su función es la de protegerlos, pero, cuando
aumenta de forma significativa, esta grasa puede llegar a ser perjudicial.
Enfermedades neurodegenerativas
Cuando realizamos ejercicio físico, nuestro cuerpo no solo realiza esa actividad gracias a
las diferentes funciones vitales y los músculos. También se desarrollan unos
procesos neurológicos que se encargan de mantener y proteger nuestras células nerviosas.
Si realizamos ejercicio físico a lo largo de nuestra vida, evitando este fatal sedentarismo,
podemos ayudar a que éstas patologías neurodegenerativas, como podría ser el
Alzheimer, sean retardadas, minimizadas e incluso evitadas.
Por lo que podríamos decir que el sedentarismo es un factor de riesgo para enfermedades
degenerativas.
Enfermedades mentales
¿Has escuchado alguna vez que salir a dar un paseo y tomar algo de sol puede alegrarte el
día? Además de las enfermedades neurodegenerativas que ya hemos comentado, la falta
de movimiento y actividad física puede afectar en procesos cognitivos llevando a generar
trastornos como la depresión o la ansiedad.
Problemas del sueño
Nuestro sueño está regulado por los ritmos circadianos, que nos indican que cuando se va
la luz es la hora de dormir. Y cuando sale el sol es la hora de despertar y seguir con nuestro
día con energía. Los trastornos del sueño, ya sea por estrés, descansar mal, insomnio…
pueden mejorar de forma significativa si disminuimos nuestras actividades sedentarias
diarias.
Ser sedentario, conclusión…
El sedentarismo se está convirtiendo en una auténtica epidemia en nuestra sociedad. Y por
suerte, el remedio es fácil de aplicar: ¡Muévete!
Ojo, que no nos referimos a que te vuelvas un crack en el gym. Adapta a tu rutina diaria ese
movimiento tan necesario. Busca actividades que te motiven, retoma ese deporte que
practicabas en tu juventud o simplemente intenta moverte más los fines de semana.
Lo importante es darse cuenta del problema, hacer un autoanálisis de nuestra situación y
ver cómo podemos mejorar. Recuerda, todo es empezar, al principio se nos hará más
cuesta arriba, pero lo importante es adquirir ese hábito a lo largo del tiempo.