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Para quienes estén interesados por comenzar, puede ser interesante saber qué tipos de yoga existen y cuáles se adaptan mejor a cada necesidad. Si has empezado a leer este artículo, quiere decir que probablemente no eres una gran experta o experto del tema, pero que te estás planteando empezar. O quizás cambiar para elegir uno que se adapte mejor a ti.
Afortunadamente existen desde variantes relajantes hasta otras muy dinámicas.
¿Yoga presencial o yoga online?
Antes de meternos en las diferencias entre las distintas escuelas existente, es posible que te simplemente quieras saber si por falta de tiempo o cualquier otra razón, el yoga online es una opción.
Tienes que saber que el yoga no es simplemente una tabla de gimnasia en la que se encadenas asanas o posturas del cuerpo. Igualmente importante es aprender a manejar la respiración y la conexión mental que haces con tu cuerpo, como un ejercicio de meditación.
Por eso, nuestra recomendación para los principiantes es acudir a clases presenciales y aprender de todo lo que rodea a esta maravillosa disciplina. Un buen profesor sabe cómo crear la ambientación para relajarse y para conectar. También sabe guiarte y enseñarte a realizar correctamente las posturas. Y sobre todo a conseguir que tu mente se focalice y entres en un estado de paz y harmonía que es el que te va a permitir aprovechar mejor ese tiempo.
Si después cuando ya tengas una base no puedes acudir presencialmente, por falta de tiempo o cualquier otra razón, entonces prueba con clases online. En este caso es clave que busques una rutina, que reserves determinados días y horas en la semana. Y un lugar agradable y tranquilo en tu hogar o al exterior.
Tipos de yoga y escuelas
Se piensa que el yoga comenzó a practicarse en la India hace más de 2.000 años. En su origen nace cercano al hinduismo, una de las religiones más antiguas de la humanidad. Y posteriormente se desarrolla como una manera de desarrollar la espiritualidad, también desde otras religiones orientales. O simplemente como un camino de perfeccionamiento y toma de consciencia de la persona.
Pero no cortos con esto, el yoga ha influido fuertemente en el mundo occidental a partir del siglo XX, de la mano del imperio británico que colonizó la India. En este caso se ha puesto el acento en la actividad física y de relajación. Así en el mundo moderno se ha mezclado con otras tendencias y ejercicios, para establecer otras escuelas de yoga.
Contamos todo esto porque dependiendo de lo que busques personalmente, una mera actividad de relajación y actividad física, o un camino para profundizar en la espiritualidad, puedes optar por cada escuela. Existen al menos, más de diez variantes famosas de yoga. Muchas más son las escuelas que han fundado determinados maestros y líderes espirituales de ese inmenso continente que es la India.
Yoga de relajación frente a dinámico
Existen varias maneras de clasificar los tipos de yoga. Nosotros para simplificar vamos a clasificar algunos de los más conocidos, en función de la intensidad del ejercicio físico. Empezamos por los más tranquilos.
Hatha yoga
El Hatha yoga es una de las variantes más extendidas y tradicionales que existen. Es bastante recomendable para principiantes.
Se realiza con una sucesión de asanas, o movimientos que mejoran la elasticidad y firmeza muscular. Y se cometen de manera suave, manteniendo cada postura durante un cierto tiempo para ayudar a desarrollar la conciencia del propio cuerpo. Por eso es una buena opción para personas con poco fondo físico y de todas las edades.
Pero también considera y entrena el control de la respiración, que ayuda a mejorar la focalización y bienestar mentales.
Yin yoga
Parte del hatha yoga, pero desarrolla un estilo más pasivo que busca conseguir un alto grado de relajación. La cadencia de movimientos es por tanto bastante lenta, de unos 3 o 4 minutos.
Aunque nos pueda parecer asombroso, la neurociencia ha analizado la conexión cerebro-corazón, con conclusiones sorprendentes. Parece que los estados mentales y físicos que la favorecen, como el yin yoga, tienen un enorme impacto en el bienestar.
El yin yoga no es tan sencillo como puede parecer. Exige una gran relajación y concentración mental, para ser capaces de mantener esas posturas hasta 5 minutos. El resultado es una conexión con las diferentes partes del cuerpo, además del corazón.
Desde un punto de vista físico, como otras clases de yoga, mejora el funcionamiento y flexibilidad de las articulaciones, así como los grupos musculares. Por eso puede mejorar el dolor de espalda o de otras partes del cuerpo.
Iyengar yoga
Coge su nombre del maestro Bellur Krishnamachar Sundararaja Iyengar, normalmente escrito B.K.S. Iyengar. Un líder espiritual mítico, que falleció en 1914 con casi 96 años. Nacido de una familia pobre en la India, creció con malnutrición y una salud quebradiza. Ya adulto, se interesó por el yoga y trató de perfeccionarlo para justamente ayudar a consolidar su salud.
Poco a poco fue haciéndose más conocido. Viajó y contribuyó a dar a conocer el yoga en Europa y Norteamérica. Su manual Luz sobre el yoga, es uno de los libros contemporáneos más famosos para entender el yoga en profundidad.
Es un tipo de yoga con un mayor ritmo que el hatha yoga y que exige una alta concentración. Se practican menos posturas que en otros estilos, pero se intenta que su ejecución sea perfecta. Por eso exige una gran alineación corporal y equilibrio. La respiración debe sincronizarse bien con la sucesión de asanas.
Vinyasa yoga
En este caso nos situamos ante une de las variantes dinámicas más famosas.
El vinyasa yoga exige una gran técnica y concentración, por eso es un tipo de yoga para experimentados. En este caso se suceden transiciones de posturas a un ritmo elevado. Pero lo interesante es sincronizar los movimientos con la respiración. La idea no es respirar rápido, sino profundo, pero al ritmo intenso del cuerpo en movimiento.
Cada profesor puede adaptar las asanas con mayor o menor dificultad.
Rocket yoga
Estamos ante una de las variantes occidentales, en concreto una reinterpretación del yoga. En concreto fue en los 80 en California, cuando el profesor Larry Schultz innovó a partir de sus maestros hindúes.
Estamos ante un yoga rápido, como su nombre en inglés indica. Es interesante que los profesores dejan espacio a la improvisación en la secuencia de asanas que ejecutan.
Conclusiones
Hemos visto tan solo una pequeña selección de tipos de yoga. Lo interesante es que, según tu nivel, y tu estado físico, existen opciones que se pueden adaptar a tus necesidades. Te recomendamos hablar con un buen profesor y dejarte guiar. Recuerda que no se trata de considerar simplemente la velocidad o dificultad de las asanas. También tienes que aprender a manejar tu respiración y a concentrar tu mente.