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Si quieres saber qué es el turmeric o el turmérico, debes sabes que se trata de lo mismo que la cúrcuma. Algunos artículos hablan del turmeric, que es el vocablo en inglés de esta planta de origen hindú, aunque en español es más correcto hablar de cúrcuma.
Se trata de una especia de color amarillo intenso, utilizada tanto en la cocina de origen asiático como con fines medicinales tradicionales. Proviene de una planta perenne de la familia del jengibre (Zingiberaceae), que se encuentra comúnmente en el sur de Asia. La parte de la planta que se utiliza es su rizoma, que es similar a un tubérculo subterráneo.
¿Es lo mismo el turmeric que la cúrcuma?
El término «turmeric» se utiliza comúnmente para referirse a la cúrcuma. La cúrcuma es conocida científicamente como Curcuma longa, mientras que «turmeric» es el nombre en inglés para esta especia.
Es importante tener en cuenta que, en algunos contextos, especialmente en países de habla inglesa, el término «turmeric» puede referirse específicamente al polvo de cúrcuma, que se obtiene al moler la raíz de la planta. Sin embargo, en general, «turmeric» y «cúrcuma» se utilizan indistintamente para describir la misma planta y sus productos relacionados.
Origen del turmeric
El turmeric se llama Haldi en hindú, y es que es la India quizás, el país con el que más se asocia esta especia, que también es endémica de otras zonas del sur asiático.
La cúrcuma se introdujo en Occidente durante la Edad Media, a través de las famosas rutas comerciales que conectaban Europa con el Oriente. Durante ese tiempo, las especias exóticas eran altamente valoradas y buscadas por su sabor, porque en ocasiones ayudaban a conservar los alimentos y por sus supuestas propiedades medicinales.
Sin embargo, su disponibilidad era limitada y su precio era elevado, lo que hacía que solo estuviera al alcance de las clases sociales más altas.
Con el tiempo, las exploraciones y los descubrimientos geográficos ampliaron las rutas comerciales y permitieron un mayor acceso a las especias del Oriente. Esto incluía a la cúrcuma, que se volvió más accesible y se incorporó cada vez más en la cocina occidental.
Recetas con cúrcuma
Es posible que hayas probado un plato condimentado con cúrcuma en algún restaurante hindú o asiático y te plantees usarlo en tu cocina debido a su sabor distintivo y su color vibrante. Podrás encontrarla fácilmente en supermercados y tiendas especializadas, tanto en forma de raíz fresca como en polvo.
Veamos por tanto algunas ideas para su uso:
- Curry. La cúrcuma es un ingrediente clave en la preparación de curry, una mezcla de especias utilizada en la cocina india y de otras partes de Asia. Agrega cúrcuma al curry en polvo para darle su característico color amarillo y un sabor terroso.
- Arroces y guisos. Añade cúrcuma al arroz mientras lo estás cocinando para darle un color dorado y un sutil sabor. También puedes agregar cúrcuma a guisos, sopas y estofados para agregar un toque de sabor y color.
- Aderezos y salsas. Puedes incorporar cúrcuma en aderezos para ensaladas, como vinagretas o aderezos cremosos. Nuevamente puedes usarla para darle color y sabor a salsas como la de curry o la salsa de mostaza.
- Condimento para carnes y verduras. Puedes utilizar la cúrcuma como condimento para carnes, como pollo, cordero o pescado, así como para sazonar verduras asadas, como zanahorias, calabacines o coliflor. Agrega una pizca de cúrcuma junto con otras especias y aceite de oliva antes de cocinarlos.
Eso sí, recuerda que la cúrcuma tiene un sabor fuerte y un color intenso, por lo que es mejor comenzar con cantidades pequeñas y ajustar según tus preferencias personales. Además, se recomienda combinarla con una pizca de pimienta negra, ya que esto puede ayudar a aumentar la absorción de los compuestos activos de la cúrcuma en el cuerpo.
Uso medicinal
Como hemos comentado anteriormente, el otro gran uso que se le ha dado al turmeric desde épocas antiguas ha sido en la medicina ayurvédica, es decir el sistema médico tradicional practicado en la India desde hace cuatro milenios. Este uso ha llegado a través de los herbolarios hasta nuestros días.
La cúrcuma contiene varios compuestos activos, siendo la curcumina el más estudiado, que le confieren propiedades saludables.
- Propiedades antiinflamatorias. La curcumina presente en la cúrcuma ha demostrado tener efectos antiinflamatorios, lo que puede ser beneficioso en el manejo de enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide o la enfermedad inflamatoria intestinal.
- Potencial antioxidante. La cúrcuma posee propiedades antioxidantes que pueden ayudar a neutralizar los radicales libres y proteger al cuerpo del daño oxidativo. Los antioxidantes son importantes para mantener la salud celular y pueden tener efectos positivos en la prevención de enfermedades crónicas.
- Apoyo a la salud cardiovascular. Algunos estudios sugieren que la curcumina puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular, como la reducción del colesterol LDL («colesterol malo») y la inhibición de la formación de placas en las arterias.
- Potencial anticancerígeno. La cúrcuma ha sido objeto de investigación por sus posibles propiedades anticancerígenas.
- Beneficios para el sistema digestivo. La cúrcuma puede tener efectos positivos en el sistema digestivo, incluyendo la estimulación de la producción de bilis, lo que favorece la digestión de las grasas. Además, se ha utilizado tradicionalmente para aliviar problemas gastrointestinales como la indigestión y el malestar estomacal.
Es importante tener en cuenta que, aunque la curcumina tiene propiedades prometedoras, su absorción en el organismo es limitada y que no es un medicamento. Para mejorar su biodisponibilidad, se recomienda combinarla con pimienta negra y consumirla junto con una fuente de grasa saludable.
Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de utilizar la cúrcuma con fines terapéuticos o como complemento, especialmente si se están tomando otros medicamentos o se tiene alguna condición médica.
