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Si mencionamos las aliáceas, casi nadie las conocerá, pero si hablamos del ajo y la cebolla, pocos hogares no las usarán en su cocina. Pues bien, vamos a contar en este post algunas propiedades que quizás no conocías de estos dos grandes alimentos.
Hay alguna anécdota atribuida a un famoso del norte de Europa, que al venir a España dijo que este país olía a ajo. Puede que tuviera razón, pero puede, que esa sea también una de las razones de que sea el país con mayor longevidad del viejo continente. Junto a otras claves de la dieta mediterránea, claro está.
Ajo, cebolla y la familia de las aliáceas
El ajo y cebolla pertenecen a la familia de las aliáceas (Alliaceae). Una variedad de plantas angiospermas que se caracterizan por tener bulbos, hojas generalmente largas y delgadas, y flores en forma de racimo. Incluyen muchas plantas comestibles y medicinales, como el ajo (Allium sativum), la cebolla (Allium cepa), el puerro (Allium porrum) y el cebollino (Allium schoenoprasum).
Estas plantas son muy valoradas por su sabor y aroma distintivos, así como por sus propiedades medicinales. Se utilizan en todo el mundo en la preparación de una amplia variedad de platos, como sopas, guisos, ensaladas, salsas y condimentos. Además, se ha demostrado que algunas especies de aliáceas tienen propiedades antibacterianas, antivirales y antiinflamatorias, y se han utilizado tradicionalmente en el tratamiento de una variedad de dolencias.
Propiedades medicinales del ajo y la cebolla
El género Allium, que incluye el ajo y cebolla, son ricos en compuestos organo-azufrados como
Propil propano tiosulfinato (PTS) y el Propil propano de Tiosulfonato (PTSO). Históricamente ambos se han utilizado en el tratamiento y y prevención de diversas enfermedades y han demostrados las siguientes propiedades:
- Antimicrobianas. Especialmente propiedades antibacterianas y antifúngicas, así que pueden ayudar a combatir infecciones.
- Antiinflamatorias. Ambos cuentan con compuestos antiinflamatorios que pueden ayudar a reducir la inflamación en determinados tejidos del cuerpo.
- Antitumorales. Aunque no se pueden considerar medicamentos, se les atribuyen propiedades anticancerígenas y pueden ayudar de manera preventiva frente a ciertos tipos de cáncer.
- Antioxidantes. En este caso ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres.
- Inmunoestimulantes. Sobre todo gracias a su aporte de vitamina C y minerales como el zinc y el selenio que juegan un papel importante en la función inmunológica.
Enfermedades respiratorias
Pero parece que las ventajas no se acaban aquí. Uno de los nuevos beneficios más interesantes que se han investigado, es el efecto de una combinación de extracto de ajo y cebolla, en personas mayores con enfermedades respiratorias de tipo infeccioso.
Las enfermedades respiratorias de origen infeccioso están por desgracia de actualidad debido a la pandemia por coronavirus (COVID-19), que tanto afectó a la población mayor. En general, constituyen un importante problema de salud pública, tanto por la morbilidad y mortalidad que pueden causar directa o indirectamente, y también por los costes económicos y y sociales. Su incidencia es global, tanto en países desarrollados como en emergentes.
Recientemente un estudio realizado,por investigadores españoles ha mostrado que los voluntarios que consumieron una mezcla de ajo y concentrado de cebolla durante 36 semanas sufrieron menos episodios de síntomas respiratorios de origen infeccioso. Y estos episodios duraron menos tiempo.
Además, los voluntarios del grupo de tratamiento tuvieron menos episodios de gripe y resfriado común.
Puede concluirse que el consumo diario de ajo y concentrado de cebolla puede mejorar la inmunidad de los ancianos.
