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La fruta y la verdura son ideales para cuidar tu microbiota. Hasta hace relativamente pocos años, se recomendaban estos alimentos frescos por su bajo contenido calórico, el aporte de fibra, sus antioxidantes y la ingesta de vitaminas y algunos minerales. Pero la investigación científica reciente destaca que además de todo esto, ambas sirven como prebiótico, es decir son un nutriente para mejorar la salud de la microbiota intestinal.
Vamos a explicar todas los maravillosos beneficios que esto supone para la salud. Y también ofrecer algunos consejos para aumentar el consumo de fruta y verdura.
La fruta y verdura son prebióticos
Hay que saber que en el intestino habita una constelación de pequeños microorganismos, principalmente bacterias, pero también hongos y virus, que viven en simbiosis con nuestro organismo. Es decir, en un equilibrio mutuamente beneficioso. Nuestro sistema digestivo los alimenta con lo que se conoce como prebióticos, y ellos a cambio nos fortalecen de varias maneras.
Lejos de ser algo anecdótico, ahora se sabe que son esenciales para poder vivir saludablemente. Para hacernos una idea de lo que suponen, se calcula que pesan más de un kilo, y se concentran en el intestino grueso.
Entre sus propiedades, vamos a destacar tres. Primero de tipo digestivo: ayudan a digerir algunos nutrientes y producen vitaminas B y K. Segundo, estimulan y fortalecen el sistema de defensas del cuerpo. Y tercero, cada vez hay más evidencia de que influyen en la salud mental, por un lado ayudan a conciliar el sueño, pero también pueden contribuir a prevenir enfermedades como el alzheimer o el parkinson. El impacto es tan decisivo que hay evidencia de que aumentan la longevidad promedio de quienes las consumen regularmente.
¿Qué frutas y verduras son más recomendables?
Hay dos vías para mejorar la microbiota a través de una dieta con fruta y verdura.
Por un lado, tenemos una cuestión de cantidad: se recomiendan cinco raciones diarias. Hay que acostumbrarse a tomar fruta con el desayuno, mucho mejor en piezas que en zumos y como postre tras la comida y cena, o bien como merienda. Y la verdura puede usarse como guarnición de cualquier plato o en ensalada variada cada noche.
Pero además cuenta la diversidad, cuanto más variadas las tomemos, más diversa y rica crece la flora intestinal. Una buena ayuda es apoyarse en las frutas y verduras de temporada, combinando piezas con colores diferentes, que se corresponden con tipos de antioxidantes y vitaminas variados.
Nuevos canales de venta de fruta y verdura
Después de repasar la importancia de consumir fruta y verdura para la microbiota, hay pocas excusas para no consumir las cinco raciones diarias que los organismos de Salud Pública recomiendan. Además, ya no solo se pueden comprar en los mercados tradicionales, sino que están disponibles en especialistas para comprar fruta online, adaptados a las necesidades de algunas familias.
Infancia y consumo de fruta y verdura
Vamos a terminar recordando que es en la infancia cuando se afianzan los hábitos alimenticios y en general los saludables.Y como padres tenemos la responsabilidad de hacerles crecer sanos en todos los sentidos.
Personalmente tengo cinco hijos. A los pequeños que viven todavía en el hogar familiar, los despierto cada día con unos trozos de fruta antes de que se vistan, se aseen y tomen después un lácteo con una tostada de aceite de oliva. Las comidas las hacen en el colegio, pero las meriendas se vuelven a componer de una pieza de fruta de temporada. Solo después de esto les permito a veces un pequeño capricho, como una galleta. Para cenar hago variar todo tipo de ensaladas, tortilla de espinacas o cualquier otra combinación en la que no faltan las verduras.
Lo han interiorizado de tal manera, que ahora les llama la atención lo mal que meriendan muchos de sus compañeros a base de bollería industrial. Es la obligación de todos preservar las maravillas de nuestra querida dieta mediterránea.
