Propiedades de la miel, manjar de la flor

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Propiedades de la miel - Art Rachen unsplash

Existe un interés creciente por las propiedades de la miel. Un producto natural en el que simplemente intervienen una humilde flor y una abeja.

La mayoría de adultos de mi generación, hemos crecido con la entrañable historia del osito Poo. Un glotón y cariñoso personaje, que se perdía por la miel. Estamos ante un producto evocador de cuentos, pero también de un bucólico mundo rural de alimentos sanos y naturales.

Ahora bien, ¿cuánto hay de real en esto? ¿Cuáles son las propiedades de la miel? ¿es verdaderamente natural? ¿Es todo positivo o hay que restringir su consumo? Veremos que hay contradicciones en la miel. Por un lado, es un producto sano y con beneficios saludables. Por otro contiene una gran cantidad de azúcares y calorías, por lo que hay que consumirla con moderación. Otra alerta a considerar es la baja calidad de la mayoría de productos industriales, por lo que hay que optar por la miel artesanal de producción local. Más cara, ¡pero verdadera miel!

El origen de la miel

Las primeras abejas aparecieron hace varios millones de años. Pero la abeja melífera, la estirpe especialista en producción de miel, tiene su origen en Asia hace menos de 500.000 años. Desde allí se extendieron por Europa, donde el clima favoreció su expansión, adaptándose a su hábitat más común.

La recolección de miel, una fuente de energía rápida, se inició en la era prehistórica. Podemos imaginar que el acceso a la miel, especialmente en los duros meses de invierno europeos, daba la posibilidad de alimentarse cuando los árboles no ofrecían frutos y la caza era más difícil. Existen pinturas rupestres de varios milenios antes de Cristo, tanto en Francia como en España, que atestiguan su consumo antiguo.

Más recientemente, hay testimonios escritos del segundo milenio AC, que explican el uso por parte de los antiguos egipcios. En este caso se destinaba no solo al alimento, sino que se exploraron sus propiedades medicinales para sanar heridas o quemaduras en la piel. Curiosamente también comprobaron que cuando cubre otros alimentos, como la carne, es un conservante natural. Y es que en una época en que no existían las neveras, su efecto antioxidante y antimicrobiano permitía salvaguardar alimentos durante un cierto tiempo.

¿Cómo se elabora la miel?

La sociedad de las abejas está muy jerarquizada. Cada primavera, las abejas obreras se dedican a recolectar el néctar de las flores. Así como algunas secreciones de ramas y tallos de las plantas para almacenarlo en sus colmenas.

Allí, otro tipo de abejas se especializan en descomponer esa masa vegetal, la deshidratan, volviéndola más viscosa. También segregan una serie de enzimas, o compuestos químicos que facilitan que lentamente las moléculas evolucionen hacia la glucosa y fructosa, dos de los azúcares naturales de la fruta. Pero, además, aparecen una serie de antioxidantes, vitaminas y nutrientes, que son los que hacen tan interesante nutricionalmente la miel.

Una cosa bonita de este proceso, es que cada flor, confiere rasgos de sabor y nutricionales ligeramente distintos. Lo que abre un abanico de matices tan especial.

Finalmente, este ciclo se cierra con la llegada del invierno. El conjunto de las abejas se beneficia de poder acceder a un alimento durante los meses más duros del año. Y, por si fuera poco, la miel actúa como un aislante térmico, protegiendo la colmena del rigor del frío invernal.

Flor polinizada y miel - Nina Ha unsplash
Flor polinizada y miel – Nina Ha Unsplash

Propiedades de la miel y nutrición

Vamos a repasar las razones que hacen de la miel un alimento con propiedades nutricionales interesantes para el consumo.

Fuente de energía

Es verdad que las sociedades modernas, no tienen precisamente un problema de falta de energía por escasez de alimentos. Más bien al contrario, la epidemia de obesidad y sobrepeso que nos rodea, hace que tengamos que ser prudentes con este beneficio de la miel y limitar su consumo.

En todo caso, tienen una concentración de alrededor del 80% de hidratos de carbono de fácil absorción, principalmente glucosa y fructosa. Esto la convierte en un reconstituyente para deportistas o jóvenes con mucho desgaste energético. También si estamos ante una dieta para ganar peso.

Afortunadamente, además de carbohidratos y más del 15% de agua, contiene algunos aminoácidos, antioxidantes, enzimas, vitaminas y minerales, que hacen que tenga otras propiedades interesantes.

Propiedades antioxidantes

La miel contiene flavonoides, también disponibles en numerosas frutas y verduras, uno de los antioxidantes más comunes en la alimentación.

Por tanto, influye en el metabolismo celular, ayudando al buen funcionamiento cardiovascular y de otros tejidos corporales, entre ellos los de la piel. También mejora el sistema inmune.

Alivia los resfriados y la tos

Existen estudios que parecen mostrar que algunos tipos de miel, como la de eucalipto, la de tomillo y otras, ayudan a recuperarse más rápidamente de resfriados y pequeñas infecciones respiratorias de la garganta.

Efecto relajante

Contiene una sustancia llamada triptófano (como los huevos y los lácteos), que posee efectos relajantes y sedantes. Por eso se dice que un vaso de leche caliente con miel, tras la cena, favorece el sueño.

Mejora la digestión

Además de ayudar en el proceso digestivo, mejora algunas molestias gastrointestinales. Por ejemplo, las diarreas asociadas a gastroenteritis, gracias a sus beneficios antisépticos, ya que reduce la actividad de algunas bacterias perjudiciales.

Enfermedades neurológicas

Algunos estudios sugieren un cierto efecto antidepresivo y frente a la ansiedad. Incluso una pequeña mejora en la memoria.

Antiinflamatoria

Por último, otro beneficio que puede mejorar problemas musculares y de las articulaciones.

Azúcar de rápida absorción

Como hemos visto anteriormente la miel es un concentrado de 80% de azúcares naturales, un poco menos del 20% de agua y una pequeña cantidad de nutrientes interesantes.

En promedio la miel aporta unas 300 a 320 calorías por cada 100 gramos de producto. Una cucharada equivale a unos 15 gramos, es decir unas 45 calorías, una cantidad razonable para la mayoría de personas. Cuando pasamos a las dos cucharadas diarias, ya estamos en casi 100 calorías, poco saciantes.

Pero lo peor es que su índice glucémico es de 85, uno de los más elevados entre los alimentos. Eso implica que el azúcar se absorbe muy rápidamente en la sangre, obligando al páncreas a segregar insulina de manera violenta. A la larga, aumentando el riesgo de desarrollar una diabetes de tipo 2.

Por esta razón se debe evitar por las personas con diabetes y niños de menos de dos años.

 

Propiedades, conclusión

La miel goza de muchos beneficios saludables que la hacen más interesante que la azúcar refinada. Es por tanto su sustituto ideal para endulzar bebidas y comidas. Muchas de estas propiedades son comunes con la fruta y las verduras, por lo que una dieta rica en productos frescos aporta los mismos beneficios.

La miel es interesante nutricionalmente, pero a consumir con moderación: no más de una o dos cucharadas al día, siempre que no consumamos además azúcar refinada.

Tipos de miel según la flor de origen

La flor con la que las abejas elaboran la miel le confiere un sabor, aspecto y texturas diferentes. La visita a un comercio especializado en miel permite comprobar cómo, según el tipo de flor, tenemos tonos más claros u oscuros. También viscosidades y matices de sabor diferentes.

Veamos algunas de las más conocidas.

Miel de brezo

Es un producto oscuro, con un tono rojizo intenso y un sabor intenso. Aporta la mayoría de los beneficios que hemos explicado anteriormente. Particularmente se le atribuye beneficios ante las infecciones de las vías urinarias y en general de tipo diurético.

Miel de tomillo

En este caso el color es ámbar oscuro, algo anaranjado. Su sabor es intenso, pero no de los más fuertes.

Entre sus propiedades destaca la antiséptica, por lo que es una de las que se recomienda ante las molestias respiratorias.

Miel de romero

Junto al tomillo es otra de los pequeños arbustos aromáticos más extendidos en la cuenca del Mediterráneo.

La miel de romero es clara, casi amarillenta y una de las más extendidas en España. Con un sabor suave. Facilita la digestión y es expectorante.

Miel de azahar

La flor de azahar es la que corresponde con los cítricos, como el naranjo o el limonero. Es una de las más claras, con un tono ámbar claro.

Es de sabor suave y delicado, dejando un ligero gusto ácido en boca. Aúna la mayoría de los beneficios de la miel, favoreciendo la relajación y la conciliación del sueño.

Miel de eucalipto

Originales de Australia, los eucaliptos han sido plantados en España por su rápido crecimiento. Los expertos identifican notas de madera en su sabor.

Es de las más recomendadas para aliviar resfriados y catarros, así como otras molestias respiratorias por sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.

Miel industrial

Casi el 25% de la miel mundial se produce en China, que es, con diferencia, el mayor productor mundial. Junto a Nueva Zelanda, son además los dos grandes exportadores internacionales. Mucha de la miel que las grandes superficies comercializan es de origen asiático, más barata, pero de una calidad bastante dudosa.

El problema viene de su modo de elaboración, a menudo con restos de insecticidas o antibióticos. También se somete a procesos industriales térmicos que alteran las propiedades del producto. En otras ocasiones se comercializa adulterada, ya que la miel natural se mezcla con jarabes de azúcar, de frutas o de otros orígenes para abaratar su producción.

Por ello, a la hora de consumir miel, es muy recomendable optar por la verdadera miel natural de origen local. Esa que cristaliza fácilmente y que se produce a escala artesanal. También debemos conservarla en lugares frescos y sin exposición a la luz solar.

Luis del Real

Hola, soy Luis del Real, y he creado Saludteca junto a un grupo de expertos del mundo de la Salud y la Alimentación. Durante 30 años he trabajado en la industria agroalimentaria y soy un experto en tendencias de consumidor

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