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El uso de antibióticos está restringido en España a los casos en que se receta por un médico. La amoxicilina, el antibiótico utilizado en el fármaco Augmentine es uno de los más utilizados en España. Se trata de un derivado semisintético de la penicilina, el primer gran antibiótico que se utilizó. Pero debe ser utilizado en todos los casos, bajo prescripción médica.
El uso excesivo de estos medicamentos comporta riesgos importantes. Según las OMS, la resistencia a los antibióticos representa hoy en día, una de los mayores peligros para la salud mundial. Curiosamente, es en los países de medios y bajos ingresos, especialmente en Asía, donde más antibióticos se consumen por automedicación, sin que intervenga un médico.
¿Para qué sirven los antibióticos?
Estos fármacos se usan para combatir infecciones de tipo bacteriano, tanto en humanos como en animales, por eso son también conocidos como antibacterianos. Actúan bien matando las bacterias, bien impidiendo su reproducción y crecimiento.
Existen diferentes tipos de antibióticos según en espectro de enfermedades sobre las que actúan.
El descubrimiento y producción de fármacos con antibióticos forma parte de los hitos de la humanidad. ¿Qué duda cabe que la producción a larga escala de antibióticos a partir de la mitad del siglo XX ha contribuido a disminuir la mortalidad? Especialmente en grupos de población de riesgo, como son niños o ancianos.
En cambio, no tienen eficacia ante infecciones por virus, hongos o parásitos, que requieren otros tratamientos médicos. Y como hemos visto, su uso excesivo pone en riesgo la salud general por el desarrollo de resistencia de las bacterias.
Por tanto, existen unas normas básicas siempre que se usan los antibióticos:
- No usarlos ante virus como la gripe o resfriados. Ni para infecciones que no provienen de bacterias.
- Hay que seguir fielmente las instrucciones del médico, en cuanto a: duración, dosis e intervalos en su uso. No se debe prolongar más tiempo, ni tomar mayor cantidad de la indicada.
- No hay que guardar el sobrante. Cuando se termine el tratamiento hay que devolver el frasco a la farmacia para que realice su correcto reciclaje.
¿Cómo se desarrolla en sistema inmunológico?
Los antibióticos tienen una función importante ante determinadas infecciones y grupos de población. Pero no son sustitutos del sistema inmunitario natural, que es la mejor medida de protección que podemos tener ante las enfermedades infecciosas.
Existen tres tipos principales de inmunidad:
- La innata o natural que toda persona tiene desde su nacimiento.
- La adaptativa, que se desarrolla por la exposición a enfermedades.
- y la pasiva, procedente de una fuente externa de corta duración, por ejemplo la que obtienen los bebés que son amamantados.
Todas las personas desarrollan desde el nacimiento un sistema de respuesta inmunológico más o menos eficaz. Esto dependerá de factores genéticos y ambientales.
Respecto a estos últimos, los estudios clínicos muestran cada vez más, que existe una fuerte interrelación entre numerosos aspectos de estilo de vida y la calidad del sistema inmunológico, y a la postre, la salud general. Y son especialmente importantes los tres primeros años de vida.
- Una buena alimentación. Tienen una gran influencia. Se sabe del impacto positivo que un aporte equilibrado de nutrientes aporta. Especialmente de vitaminas, minerales y proteínas, ligados a productos frescos como frutas, verduras, pescados y carne. En cambio, las personas que abusan de ultra-procesados y con sobrepeso u obesidad, tienen sistemas inmunológicos más débiles.
- Una buena salud mental y emocional. Por el contrario, se sabe que el estrés crónico debilita la respuesta inmunológica.
- El descaso adecuado. Y esto se consigue con cantidad, entre 7 y 8 horas de sueño para la gran mayoría de personas. Y calidad, sueño profundo y reparador del organismo.
- La actividad física. A su vez influye en la salud mental y en el descanso reparador.
¿Qué es augmentine?
Hablamos de un medicamento cuyos dos principios activos son la amoxicilina y el ácido clavulánico. La primera es un antibiótico de amplio espectro englobado en la familia de los derivados de la penicilina. El segundo es una especie de “protector” del primero. Forma parte de los inhibidores de las betalactamasas, que son enzimas producidas por las bacterias y capaces de inactivar los antibióticos
Augmentine se usa ante un gran número de infecciones, siempre de tipo bacteriano. Por ejemplo, las bronquitis, la neumonía, algunas infecciones de oído, de vías urinarias, de la piel o de transmisión sexual.
Augmentine 875 mg/125 mg comprimidos
Existen varios tipos de formulaciones. Desde Saludteca, para profundizar en el uso, nos apoyaremos en el prospecto informativo que se refiere a Augmentine 875 mg/125 mg.
Se comercializa en envases que contienen desde 2 hasta 100 o más comprimidos de color blanquecino. Aunque lo más común es que se nos recete las cantidades intermedias, en torno a 20 comprimidos. Cada comprimido contiene el equivalente a 875 mg de amoxicilina y a 125 mg de ácido clavulánico.
El envase se debe guardar fuera del alcance y vista de los niños. Y a temperaturas que no superen los 25 grados, en cuyo caso hay que meterlo en la nevera.
Además, contiene una serie de excipientes: estearato de magnesio, carboximetilalmidón sódico (Tipo A) (procedente de almidón de patata), sílice coloidal, celulosa microcristalina. Recubrimiento: dióxido de titanio (E171), hipromelosa, macrogol (4000, 6000) y dimeticona.
¿Quién debe evitarlo o tener precauciones especiales?
Si se le receta, deben prevenir a su médico:
- de cualquier enfermedad importante que pueda tener. Por ejemplo, de hígado, riñón, mononucleosis infecciosa o cualquier otra.
- Si es una mujer embarazada o en periodo de lactancia.
- Si alguna vez han tenido una reacción tras consumir antibióticos.
- Si está tomando en ese momento otros medicamentos.
Asimismo, hay que prevenir a los técnicos de laboratorio o a los sanitarios, si se ha de hacer un test de sangre o de orina, ya que el consumo de Augmentine puede alterar los resultados.
No se debe consumir:
- Si se sabe que existe una alergia a cualquiera de los componentes del fármaco.
- Si se sufre alguna enfermedad del hígado.
Efectos adversos
Los antibióticos en general y Augmentine en particular, pueden producir efectos adversos que hay que vigilar, por si hay que interrumpir el tratamiento y avisar a nuestro doctor.
Entre ellos, reacciones cutáneas, aparición de puntos rojizos en la piel, hinchazón en la cara o garganta, convulsiones, dolores en el vientre, diarrea e inflamación del intestino grueso.
Se desaconseja la conducción o el uso de maquinaria peligrosa mientras se sigue el tratamiento.