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La lizipaina es un fármaco con dos principios activos llamados clorhexidina diclorhidrato y benzocaína. Es posible que nos resulte familiar la clorhexidina, ya que también se usa en desinfectantes para enjuagarse y lavarse los dientes. Aquí hablamos de otro uso. Con la llegada del otoño se utiliza frente a las típicas pequeñas infecciones de garganta que irritan o provocan afonía sin llegar a dar fiebre.
Se presenta en comprimidos para chupar y no requiere receta médica. Aunque ¡ojo! no deja de ser un medicamento no sujeto a prescripción médica. Por eso es conveniente tomarlos con moderación y siguiendo las recomendaciones que vamos a explicar. En el momento de realizar el artículo, en otoño de 2022, existía un problema de suministro y escasez en las farmacias.
Lizipaina precio
El precio más habitual con que lo puedes encontrar en farmacia es de 8,19 € IVA incluido, el tubo de 20 comprimidos. Pero existen casos en los que su precio se sitúa en unos 7,70 €. E incluso ofertas especiales con precios por debajo de los 7€.
Puesto que la diferencia de precio no es enorme, si lo necesitas urgentemente es mejor que lo adquieras en tu farmacia del barrio. Y que empieces a tomarlo cuando los síntomas ya están presentes.
Lizipaina prospecto
Vamos a ver otros temas que hay que recordar del prospecto. Para empezar, el nombre completo del producto es “Lizipaina clorhexidina 5 mg/benzocaína 2,5 mg comprimidos para chupar”.
El envase se debe conservar a temperaturas inferiores a 30ºC. Contiene 20 comprimidos de color blanco, planos y redondos.
¿Cómo tomarlo?
El fabricante recomienda un comprimido cada dos o tres horas, o menos si es suficiente para aliviar la molestia. El máximo es de ocho pastillas al día.
Se toman chupándolos despacio como un caramelo, ya que la saliva arrastra los componentes por la garganta para que ejerzan su función antiséptica en la piel.
No se debe comer o beber inmediatamente después de tomarlo. Tras un rato, es bueno cepillarse los dientes.
Los efectos adversos son raros y normalmente poco graves. Pero conviene repasarlos en el prospecto, si aparece cualquier molestia en la boca, lengua o piel. O alteraciones de cualquier otro tipo.
Precauciones
Hay que distinguir entre los fármacos sin receta y los caramelos mentolados o similares para suavizar la garganta. Las precauciones para estos últimos se limitan a observar su contenido de azúcar o edulcorantes, para no abusar y cepillarse los dientes.
En cambio, no deben tomar lizipaina:
- las personas con alergia a cualquiera de sus componentes.
- Los niños de menos de 6 años.
- Si se sufre heridas o úlceras en la boca.
Se debe consultar al farmacéutico o a un médico:
- Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
- Quien padezca periodontitis.
- Aquellos con empastes visibles, ya que la clorhexidina puede mancharlos.
- Quienes no toleren “el ácido paraaminobenzoico (PABA), los parabenos o la parafenilendiamina”.
Evitemos que los niños nos vean tomarlo pensando que es un caramelo. Hay que guardarlo fuera de su vista y alcance.
En todos los casos es importante no sobrepasar las recomendaciones de tomas que hay en el prospecto y que veremos más abajo.
Y hay que pensar en una visita al médico, si tras un par de días, el dolor de la garganta empeora o aparece fiebre.
Componentes
Contiene dos principios activos:
- 5 mg de dihidrocloruro de clorhexidina. Este ejerce una acción antiséptica y desinfectante, es decir ataca a los microbios de la boca y la garganta.
- 2,5 mg de benzocaína, que tiene un efecto anestésico, es decir reduce la molestia de la irritación.
También aporta povidona, que es otro antiséptico.
Asimismo, los edulcorantes manitol, ciclamato de sodio y sacarina sódica. Así como aroma de mentol.
Y finalmente los excipientes celulosa microcristalina y estearato de magnesio.
